La primera receta de este año quería que fuera una receta especial. Y es especial , por lo menos para nosotros, porque es de esas recetas que aprendes de tu madre, porque te recuerda a sus comidas. En este caso, la hemos aprendido de la madre de Lucía. Es una receta que requiere de pocos ingredientes y no necesita que seamos muy hábiles en cocina, pero que da muy buenos resultados.
0. Enciende el horno y déjalo precalentando a 200 ºC.
1. Trocea en rodajas la media cebolla hasta cubrir toda la superficie de la bandeja del horno.
2. Parte la sepia en trocitos y añádela a la bandeja.
3. Desmenuza el tomate y échalo también en la bandeja. No lo ralles, únicamente trocéalo bastante.
4. Corta en forma de gajos las patatas y espárcelas homogéneamente por la bandeja. En los ingredientes hemos puesto 3 patatas, pero dependerá del tamaño de las patatas. Las patata deben ir arriba de todo porque es lo que más tarda en hacerse.
5. Añade sal y pimentón a gusto.
6. Por último quedaría un buen chorro de aceite de oliva y medio vaso de cognac.
Y con esos 6 sencillos pasos ya podríamos poner la bandeja al horno, que previamente habíamos puesto a precalentar. A una temperatura de 200 ºC, en 40-60 minutos tendríamos el plato listo.
Así que únicamente nos quedaría pasar la comida al plato y ¡a comer!
Como habréis visto, es una receta muy sencilla. Y que hasta los más torpes en cocina podemos hacer. Por temas de salud, estoy unos días en casa de mis padres, y les ha gustado tanto que en poco más de una semana les he hecho 2 veces el plato. Una con sepia y otra con cordero. ¡Ha triunfado la receta en casa!