Il Gondoliere
Después de 3 días comiendo y cenando tapas sin gluten en Granada, buscábamos algo diferente que comer. La noche anterior conocimos a un grupo de chicas en el cual había una celíaca. Nos recomendó un italiano que estaba a unos 15 minutos andando del hotel en el que estábamos alojados. Nos venía perfecto, así después de comer volveríamos al hotel a coger el coche y empezar el trayecto de vuelta a Alicante.
Il Gondoliere estaba completamente vacío, fuimos los primeros en llegar. Un restaurante que parecía enorme, con unas sillas cuyo respaldo podían llegar a los 170 cm. Nos llamó la atención también la cantidad de camareros que tenían – 7 u 8 camareros, más dos coordinadores. Al traernos la carta le comenté al camarero que era celíaco, y me dijo que en ella aparecían los platos sin gluten. Habían dos tipos de pasta que podía pedir, con cualquier salsa. Sin embargo, no tenía pizzas aptas para celíacos.
De las entradas, tenían muy pocas que fueran sin gluten, y ninguna nos convencía demasiado. Así que fuimos directamente a por el plato principal. Yo me decanté por los Maccheroni Garibaldi, que llevaban berenjena, champiñones, jamón york y nata. Solamente tengo una palabra para describirlos: ¡Impresionantes!
Macarrones Garibaldi sin gluten
Aunque cuando pedimos teníamos a todos los camareros a nuestra disposición, en el momento de traernos los platos, el restaurante ya se había llenado casi al completo. Cuando nos fuimos, no había ningún sitio libre. De hecho, hubo gente que se tuvo que ir porque no había mesas libres. En ese momento entendimos el porqué del despliegue de camareros.
Como la mayoría de los italianos, el precio de los platos es alto, pero en su defensa he de decir que la pasta estaba buenísima y se notaba que los camareros conocían el tema. Por decir algo negativo del sitio, que no tienen cerveza apta para celíacos. Pero es un buen sitio para ir a comer.