El Pozo
Después de habernos pegado un buen paseo por el barrio del Albaycín, decidimos parar a comer por allí cerca antes de seguir con nuestra ruta turística. No muy lejos de la estatua del famoso Chorrohumo encontramos el restaurante El Pozo. El Pozo tiene un patio exterior, muy agradable para disfrutar del sol invernal. En verano mantiene el frescor gracias a las plantas y a la distribución de la terraza. La decoración interior, que conserva los elementos arquitectónicos típicos del Albaycín como son la madera y el ladrillo viejo. Creando un ambiente cálido y acogedor.
Con la primera ronda, cerveza para ella y sangría para mí – ya que no tienen cerveza apta para celíacos, nos trajeron un plato con jamón, queso y patatas fritas. De los platos que ofrecían, nosotros nos decantamos por las habitas con jamón y una ración de lomo con pisto. Con la segunda ronda, una tapa de lomo adobado, el mío sin pan.
Plato de queso con jamón y patatas
Tapa de lomo adobado
El queso y el jamón eran bastante normalitos y no destacaban demasiado. Por otro lado, las habitas con jamón nos supieron deliciosas, aunque el plato estrella fue la ración de lomo con pisto. Tanto , que nos planteamos repetir.
Habitas baby con jamón
Lomo con pisto
Preguntamos si tenían algún postre que yo pudiera tomar pero, lamentablemente no tenían nada que no llevara gluten, salvo fruta. Así que nos despedimos de allí con una grata sonrisa y con el estómago bien lleno. Ahora tocaba seguir visitando la ciudad.