Entrada
Después de llevar 2 días y medio pateándonos Cuenca y alrededores estábamos bastante cansados, así que decidimos buscar un sitio no demasiado lejos del hotel para cenar. Habíamos visto por Internet que cerca había dos o tres restaurantes con buena pinta. Fuimos al primero y estaba cerrado; segundo, cerrado; y ¿el tercero? Más de lo mismo. Era un martes por la noche y todos los restaurantes que veíamos estaban cerrados. Solo estaban abiertos los bares cuyos platos eran fritos en su mayoría. Después de una hora dando vueltas encontramos La Taberna del Agua.
A primera vista parecía un sitio acogedor, y para qué mentir, también parecía caro. No es un sitio amplio y diáfano sino que está dividido por tabiques lo que hace que tenga como 2 o 3 salas. Además tiene una terraza fuera donde también se puede comer y cenar.
Comedor
La Taberna del Agua tiene una carta no demasiado amplia, aún así 7 de los 10 platos de raciones que tienen son sin gluten. Pero la peculiaridad de este sitio es que todo lo que pidas es en ración para dos personas, no tienen platos individuales. Pedimos ensalada de ventresca con asadillo de pimientos y aceite de almendras y picantón en escabeche de cítricos. Yo que no soy mucho de ensaladas, las como de mucho en mucho y muy poca cantidad, tengo que admitir que la ensalada estaba bastante buena; lo mismo puedo decir del pollo, aunque fue escaso en cantidad.
Ensalada de ventresca con asadillo de pimientos y aceite de almendras
Picantón en escabeche de cítricos
Antes de pedir el postre salió el cocinero a preguntar qué tal habíamos cenado y nos recomendó pedir tarta de queso con mermelada de arándanos, que era de elaboración casera y al no llevar galleta era apta para celíacos. En la foto se ve que el trozo es pequeño, y es verdad, lo era. Pero llenaba una barbaridad, además, estaba riquísima.
Tarta de queso
2 Comments
Muy buena opción lo tendre en cuenta
Si algún día vas, espero tu opinión!! 😉