En particular, la sociedad médica y las asociaciones de pacientes avisan de que se han identificado frutos secos en pinturas de dedos para bebés, acuarelas o témperas, gluten en pasta para modelar, soja, legumbres y cereales en ceras y proteína de la leche en tizas. Según cantidades de esta organización, un 25% de la población infantil padece algún género de enfermedad alérgica, lo que representa cerca de un par de millones de pequeños en toda España. Según datos de la SEICAP, un 25% de la población infantil sufre algún tipo de enfermedad alérgica, lo que representa cerca de 2 millones de pequeños en toda España. “Es básico proveer a los pequeños alérgicos un entorno escolar seguro que garantice una máxima prevención de reacciones y la carencia de información y de prevención sobre los alérgenos ocultos en el material escolar atenta contra este principio”, explica Juliá. La Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica y asociaciones de pacientes han alertado este jueves sobre los alérgenos ocultos en el material escolar de uso común, como ceras y pinturas de dedos para bebés. “Es básico proporcionar a los pequeños alérgicos un ambiente escolar seguramente garantice una máxima prevención de reacciones, y la carencia de información y de prevención sobre los alérgenos ocultos en el material escolar atenta contra este principio”, enseña el doctor Juliá.
“No se debe discriminar en ninguna actividad del centro al niño por su alergia; lo que se debe hacer es contar con siempre de una alternativa. Además de esto, es necesario disponer de medicación de urgencia en el centro en un espacio accesible”. Estas organizaciones denuncian que muchos proveedores, al serles requerida información sobre la posible presencia de alérgenos en sus artículos para uso escolar, no dan ninguna respuesta. Mezcla de frutos secos (almendras y/o nueces), avena, mezclado con miel y horneado hasta quedar crocante. Adicionalmente, se agregan semillas (joya, zapallo, linaza, sésamo) y frutas desecadas (pasas, dátiles, plátano).
Caso Abierto
La vuelta al cole implica ciertas complicaciones como el ajuste de horarios, la preparación de libros y material escolar… Pero para los padres de pequeños con alergias alimenticias se aúna la preocupación de que se puedan desatar alguna crisis alérgica durante la día escolar. Y es que la Sociedad De españa de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica y diversas asociaciones de pacientes se han unido para alertar sobre los alérgenos ocultos en el material escolar en la “vuelta al cole”. “No hay que discriminar en ninguna actividad del centro al niño por su alergia; lo que se debe llevar a cabo es contar con siempre y en todo momento de una opción alternativa. Además, es necesario tener medicación de urgencia en el centro en un lugar accesible”, asegura Juan Carlos Juliá, coordinador del Conjunto de Trabajo de Educación Sanitaria de la SEICAP. En este sentido, los pediatras alergólogos demandan la existencia de un protocolo de actuación común frente a las alergias en el entorno escolar.
Ceras, tizas, pasta para modelar y pegamentos, materiales que los niños emplean frecuentemente en las salas, poseen en su fabricación, con mucha continuidad, alérgenos como el gluten, los frutos secos, la soja o la proteína de la leche. Sin embargo, afirman que muchos distribuidores no facilitan información sobre los alérgenos de estos útiles institucionales, llegando a contestar, en ciertos casos, que “el material escolar no se come”. “El contacto, la inhalación o la ingestión accidental de estos artículos hace peligrar la seguridad y la vida de los pequeños con patologías alérgicas, asma o inmunodeficiencias primarias en la escuela”. De este modo, debería existir una capacitación en alergias por la parte del profesorado y del personal no enseñante, a fin de que sean capaces de detectar los síntomas de las distintas anomalías de la salud alérgicas y de qué manera accionar en caso de reacción, tal como entender las medidas de prevención de alérgenos para prevenir situaciones de emergencia. Frente la presencia de alérgenos alimenticios ocultos en el material escolar, la sociedad médica sugiere buscar elecciones para los trabajos manuales con los artículos implicados, sustituirlos por otros y repasar por la parte del profesorado el catálogo de objetos que tienen la posibilidad de contener estos elementos.
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De esta forma, debería existir una capacitación en alergias por la parte del profesorado y del personal no enseñante, para que sean capaces de identificar los síntomas de las distintas patologías alérgicas y cómo accionar en caso de reacción, tal como conocer las medidas de prevención y evitación de alérgenos para impedir situaciones de emergencia. Ante la existencia de alérgenos alimentarios ocultos en el material escolar, lo único que se puede hacer, según comentan desde la SEICAP, es buscar alternativas para los trabajos manuales con los artículos implicados, sustituirlos por otros y revisar por parte del profesorado el listado de objetos que pueden contener estos elementos. Los comedores de los institutos están muy dispuestos para atender a los pequeños con alergias alimenticias, pero hay otras caracteristicas de la escuela que tienen la posibilidad de poner en peligro a estos pacientes como, por ejemplo, el contacto con el material escolar.